Los optimistas, tienen razón. Los pesimistas también. De nosotros depende escoger qué seremos. - Harvey Mackay

lunes, 18 de marzo de 2013

Fin de entradas...

Hemos llegado al final de las entradas por este curso, y dado que lo contrario de entrada es una salida, ¿Qué mejor manera para despedirse de esta temporada de entradas que con una salida?
Pues he aquí la salida:


Javier S.

La privacidad está en peligro de extinción


¿No tienes la sensación de que estamos siempre observados?  Hoy en día, es prácticamente imposible perderse, desaparecer aunque sea un rato.  Mis padres critican que use tanto el móvil, pero al mismo tiempo, si en un momento determinado tienen que hablar conmigo, me llaman y si no me encuentran, me lo echan en cara.  A veces me gustaría poder desaparecer, aunque solo fuera un rato.  Me gustaría no tener esa sensación de que siempre estoy localizable.

Pero al mismo tiempo, estoy encantado de estar localizable y que mis amigos me puedan llamar y encontrar cuando hay algún plan interesante.

Parece contradictorio, ¿no? pero no lo es.  Nosotros, como seres humanos necesitamos de vez en cuando "desconectar" y tener nuestro momento de intimidad. Necesitamos poder socializar y a la vez tener un momento para pensar y reflexionar a solas y eso es cada vez es más difícil de conseguir.  Esto forma parte del ser humano. No somos blancos, ni negros, sociales ni solitarios.  Somos una cosa y la otra.  Somos seres complejos llenos de contradicciones.


Javier S.

Nuestra cárcel sin barrotes


La tecnología avanza a gran velocidad y a medida que hace su camino van saliendo a la venta nuevos aparatos electrónicos sin los que "no podríamos vivir", pero sin los que hemos vivido hasta ahora. Aparatos que muchas veces lejos de solucionarnos la vida nos hacen dependientes de ellos.

Concretamente, constantemente escucho la supuesta libertad que nos proporciona comunicarnos a distancia. Estos avances en la telefonía móvil han marcado un antes y un después en lo que a comunicación personal se refiere. El móvil ha pasado de ser un lujo, a ser una parte indispensable de nuestra vida.

Hoy en día todo el mundo tiene móvil. Quien no lo tiene "es un tipo raro" que no entiende las ventajas de las nuevas tecnologías. Hay quien incluso tiene dos móviles y cada vez se vuelve más frecuente ver a niños de 8 años hablando por el móvil. En los anuncios nos lo venden como un medio de ser libre, de romper con las cadenas, cuando verdaderamente parece que eran más libres aquellos que no los tenían.

Estos aparatos no solo nos atan, están acabando con el contacto humano. Antes, para quedar, por lo menos se llamaba por teléfono y ahora se deja un Whatsapp o un sms y ya está. Más de una vez cuando he quedado con mis amigos me he dado cuenta de que en vez de hablar entre ellos, estaba chateando por el teléfono.

Esto no es una crítica a las nuevas tecnologías, ya que creo que conceptualmente son algo muy bueno. Lo que pasa es que debido a todas las comodidades y entretenimiento le estamos dando un uso excesivo.  Como consecuencia, nos estamos volviendo tecnologico-dependientes, lo cual, en vez de liberarnos,  nos esclaviza.



Javier S.


No quiero ser mayor


Hace relativamente poco tiempo, el profesor de mi ruta me castigó a sentarme delante en el autobús y escuché a unos niños de 6 o 7 años hablando de que ya querían ser mayores. Se quejaban de su vida de niños y decían que ser mayores era lo mejor, ya que podrían hacer lo que quisieran.

Estos chavales me recordaron a mí cuando tenía su misma edad, ya que tenía esos mismos pensamientos. Me acuerdo que pensaba que ser mayor era lo más guay, que te dejaban acostarte tarde entre semana, que podías pasarte el día jugando con amigos, que podías ver "pelis" de mayores y jugar a juegos a los que no me dejaban jugar mis padres. También podría montarme en esa atracción a la que no podía pasar porque era muy pequeño. Pensaba que cuando fuera mayor, todo sería más fácil y sencillo. Pero ahora, que he crecido, me he dado cuenta de que no es así.

Ahora, me he dado cuenta de que crecer no es tan bueno como un día imaginé. Si me acuesto más tarde entre semana, no es porque esté divirtiéndome, sino porque estoy estudiando. Me he dado cuenta de que esas "pelis" que antes no me dejaban ver, tampoco son tan buenas como me pensaba que serían.  Es más, he llegado a la conclusión de que probablemente las mejores películas que existen y las que más he disfrutado son las películas que veía cuando era un niño. Me he dado cuenta que hacerse mayor no significa divertirse todo el rato, si no actuar con responsabilidad, y eso requiere muchas horas de estudio que no son tan divertidas ¿verdad?

Incluso pequeños detalles, como el hecho de que mi madre me despierte cariñosamente todos los días, saber que apenas tengo deberes, poder dormir cuando quiera y que cualquier juego me parezca entretenido, me parece un lujo. La lástima es que como bien dice el dicho, uno no es consciente de lo que tiene hasta que lo pierde, por lo que voy a valorar ahora, todas las cosas que tiene esta etapa de mi vida, porque seguro que después las echaré en falta.



Javier S.

¿La clave del éxito? El fracaso

Cuando escuchamos la palabra fracaso, la solemos asociar a algo negativo, justo lo opuesto a éxito. Sin embargo es el fracaso el que nos impulsa a volver a realizar o a intentar estas actividades en las que hemos fracasado. Nos hace mejorar desde el aprendizaje y la humildad, y es por eso que sin la existencia de los fracasos no habría éxitos.

Os pondré un ejemplo muy bueno: Conocerás a Thomas A. Edison ¿no? Célebre científico que descubrió la bombilla. Has de saber que este científico antes de descubrir la bombilla tuvo muchos fracasos, y si no fueran por estos fracasos, que le impulsaban cada vez más al descubrimiento de la bombilla, nunca la habría descubierto. Él mismo lo dijo:

"No me equivoque mil veces para hacer una bombilla, descubrí mil maneras de cómo no hacer una bombilla"

Como vemos cada fracaso no es un fallo, es un paso más al éxito, por tanto no te preocupes por fracasar en algo, porque por cada vez que falles vas a estar más cerca del éxito.

"He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguido el éxito"-Michael Jordan


Javier S.

Nunca llueve a gusto de todos

Todos coincidiremos que la lluvia es algo bueno. La lluvia purifica la atmósfera y a partir del agua que nos proporciona, podemos obtener energía.  El agua ayuda que los cultivos y plantas no mueran, llena los pantanos y aumenta el caudal de los ríos de los cuales sacamos el agua potable.

Entonces ¿por qué a mucha gente no le gusta que llueva si es algo tan bueno? La gente se queja de que al llover, el suelo se embarra, de que la lluvia produce charcos que te ensucian, de que no deja ver si vas conduciendo, de que te fastidia los planes (como un partido de fútbol o una excursión) o de que simplemente te mojas y es un fastidio ¿Por qué con tantas cosas positivas que tiene la lluvia nos centramos en estos detalles tan poco importantes?

He estado pensando en esto y he llegado a la conclusión de que a la gente le suele importar más lo que le sucede a uno mismo que a los demás. En este caso, nos parece algo malo porque lo que nos afecta directamente es negativo y no tenemos en cuenta de que es algo necesario y que aporta cosas muy positivas y necesarias.

A la gente le suele importar más la implicación que tiene en uno mismo que lo que hay más allá. En este caso, nos parece algo malo porque lo que nos afecta directamente es negativo y no tenemos en cuenta de que es algo necesario y que aporta cosas muy positivas y necesarias. El ser humano es egoísta por naturaleza y solemos ver aquello que nos afecta directamente y no mucho más. Triste, ¿no? Pero es así.


Javier S.


domingo, 17 de marzo de 2013

Podrías haber vendido tu alma sin saberlo...

Cuando nos creamos una cuenta en algún sitio, o cuando nos descargamos algo, se nos pide que aceptemos los "términos y condiciones".  ¿Alguien se las lee?  La verdad, siempre creo que esos “términos y condiciones” están redactados de forma tal para que nadie se los lea, ¿O es que alguien tiene tiempo de pasarse 30 minutos leyendo esos términos cada vez que se apunta a un servicio nuevo?  Alguna vez que he empezado a leerlos, me ha entrado dolor de cabeza ya que me da la sensación de que los escriben intencionadamente  con un lenguaje que es imposible entender.

La realidad es que nunca leemos los términos y condiciones y los aceptamos sin ser conscientes de lo que estamos aceptando. Al aceptar estos "términos y condiciones" teóricamente significa que estamos de acuerdo con las 76 páginas redactadas en las que aparecen todo tipo de reglas que te comprometes a aceptar.

Hace unos años, en el día de los santos inocentes, la compañía Gamestation decidió gastar una broma a sus usuarios: Introdujo en sus términos y condiciones una cláusula según la cual los clientes que la aceptaran, venderían su alma a la empresa. El 88% de los usuarios lo aceptó (y por consiguiente, le vendieron su alma a la empresa).  Pero me pregunto, ¿hasta qué punto pueden las empresas hacer realmente esto?.  Es decir, si en una de estas cláusulas la empresa pusiera que aceptando las condiciones significa que les das tu casa, ¿significa eso que te la pueden reclamar después?  Mi sentido común me dice que no, pero entonces no entiendo qué sentido tienen ni qué función hacen realmente.

Aunque si puedes y por si las moscas, nunca vendría mal echarle un vistazo a esas cláusulas. Cuando las aceptamos, no somos conscientes de que en ocasiones nos sometemos a reglas que son abusivas y solo benefician a la empresa y te perjudican a ti, así que no vendría mal que la próxima vez que te presenten este contrato le echases un vistazo, así te podrías ahorrar alguna sorpresa.


Javier S.



sábado, 16 de marzo de 2013

Crítica al occidentalismo

Hola queridos lectores. Os pido que dediques un par de minutos a ver este vídeo. Muchas gracias.


¿Curioso no? Ahora os pediré que hagáis una reflexión acerca  de este vídeo que acabáis de ver. Normalmente somos nosotros los que mandamos ayudas a los países africanos, los que nos preocupamos por ellos. Cuando vi este vídeo, me sorprendió mucho el cambio de postura. Gente que no tiene nada, que pasa por guerras, épocas de hambre, pérdidas de familiares… ¡Y nos dicen que son más felices que nosotros!

Pues sí, lo son. Puede que no tengan casas con buenos cimientos, ni grifos en ellas. Puede que no tengan videoconsolas, ni teles, ni Smartphones. Puede que los niños no tengan más para jugar que una triste bola de cuero hecha pedazos, o un neumático antiguo y desgastado. Y aun así, queridos lectores, son más felices que nosotros. ¿Por qué?

 Todo se resume en la siguiente frase:

"No es más feliz quién más tiene, sino quién menos necesita”.

Nosotros tenemos la “suerte” de vivir en un mundo occidental, donde tenemos muchas posesiones y comodidades. Y conforme avanza el tiempo, queremos más y más. Y al no conseguirlas, caemos en depresiones.

 Planteémoslo desde la otra postura, la postura del niño de Mozambique que tiene muy poco.  En su país, en su estilo de vida, no existe ese afán por conseguir cosas materiales. Y sí, queridos lectores, esa ausencia de bienes materiales, de tecnología, de casas en buen estado, del básico bien que es el agua potable, es lo que les hace ser felices. Les hace valorar lo que tienen, aunque sea muy poco.

No se vosotros, pero yo me pienso apuntar a las donaciones de felicidad, que falta nos hacen. Aunque espero que solo sea de momento.

Javier S.

Desconexión


La típica desconexión de clase, ese momento en el que tu creatividad y tu imaginación crecen de manera exponencial donde todas las cosas aburridas se convierten en el mayor pasatiempo. Haces auténticas obras de arte en tu mesa. Este señor del libro de lengua estaría más guapo con un bigote. Creo que es el mejor momento para rellenar la sección de horas de estudio de la agenda Me gustaría apuntar los días que quedan hasta verano. ¿Qué tal si me hecho una siesta? ¡Quizás si pongo la cara de atento el profesor me coge pelota! Tengo que pensar en temas para el blog de filosofía, que ya va quedando poco para que se acabe.

Podría seguir con esta lista y pasarme horas diciendo entretenimientos en clase. Como podrás observar es fascinante la capacidad que tenemos para entretener nuestra mente en momentos de aburrimiento, como podemos transformar algo aburrido, en lo más entretenido.


Javier S.


miércoles, 13 de marzo de 2013

Todo puede cambiar en unos pocos segundos

Oscar Pistorius, lo conoces, ¿no? Gran corredor al que le fueron amputadas las dos piernas por no tener peroné y que actualmente posee los récords de 100, 200 y 400 metros lisos para atletas que han sufrido una doble amputación. Él no renunció a hacer lo que le gustaba y a perseguir su sueño. A pesar de sus dificultades, salió adelante y llegó a lo más alto. Hace apenas un año, cumplió su sueño de participar en las Olimpiadas junto a atletas sin discapacidad. Ha sido un claro ejemplo de superación y por ello las marcas comerciales le han perseguido para que publicitara sus productos.

 Pero hace muy poco y debido a un momento impulsivo que le llevó a asesinar a su novia, perdió prácticamente todo lo que tenía.¿Por qué? Nadie lo entiende, es algo inexplicable.

Con este ejemplo intento explicar la complejidad del cerebro humano, que en ocasiones nos lleva a realizar cosas que no llegamos a comprender. Este hecho refleja también como una acción que realiza una sola persona en unos pocos segundos, puede cambiar tanto unas vidas. En este caso, la vida de Pistorius, que ha pasado rápidamente de héroe a villano, la de su novia; y la de las familias de ambos que han quedado destrozadas después de esta tragedia.Y solo fueron unos segundos….


Javier S.